Actualmente mudarse es algo muy común para una persona o una familia. Esto puede significar un nuevo comienzo en muchos aspectos, nuevos entornos, nuevos vecinos y una perspectiva diferente de tu hogar. Pero en muchas ocasiones te encuentras con imprevistos que pueden aparecer una vez has hecho la mudanza.
1. Aparcar tu coche es una odisea
Este es un imprevisto muy común cuando tienes coche y te mudas a una vivienda sin párking. Durante el fin de semana puede que te resulte imposible encontrar lugar para aparcar a ciertas horas como las de la comida o cena. También se te puede hacer difícil encontrar un lugar donde aparcar si te mudaste a una ciudad turística. Tener que alquilar una plaza de párking puede incrementar el gasto fijo de tu alquiler de forma significativa. Por eso es importante tener en cuenta este factor a la hora de elegir el lugar donde vivir.
2. Necesitas más tiempo para llegar al trabajo
Puede ser una gran ventaja vivir a las afueras de la ciudad, pero una vez que te mudas puede convertirse en lo contrario. Más gasto de combustible y más tiempo para desplazarte o menos horas de sueño y más demoras esperando el transporte público. Reflexiona si compensa para ti el vivir alejado de la urbe, con más tranquilidad, pero pierdes tiempo en desplazamientos y dinero en transporte.
3. Te encuentras averías en el nuevo piso o casa
Este es otro tema muy común, a muy pocas personas se les ocurre por ejemplo
abrir el grifo de la ducha para verificar que el agua sale de forma adecuada y con cierta presión antes de mudarse; no es raro encontrar que apenas sale un hilo de agua para ducharte una vez que te has mudado. De igual modo sucede durante los primeros días, no observas mayores problemas con las tuberías, pero conforme pasa el tiempo te das cuenta de que comienzan a estancarse o a perder agua.
¿Qué tal los techos y las paredes? Cuando comienza la época de lluvia te das cuenta de que tienes goteras o filtraciones en las paredes.mplo abrir el grifo de la ducha para verificar que el agua sale de forma adecuada y con cierta presión antes de mudarse; no es raro encontrar que apenas sale un hilo de agua para ducharte una vez que te has mudado. De igual modo sucede durante los primeros días, no observas mayores problemas con las tuberías, pero conforme pasa el tiempo te das cuenta de que comienzan a estancarse o a perder agua.
4. Los vecinos no son lo que esperabas
Tener buenos o malos vecinos es como sacar la lotería, puede que consigas el
premio mayor o pierdas. Tal vez tus vecinos no sean muy simpáticos o poco conversadores, pero es preferible que sean así a tener unos vecinos que hagan ruidos molestos o les guste entrometerse en la vida de los demás. Este uno de los factores más impredecibles que hay a la hora de mudarse. Debería existir una red social de vecinos de cada finca, en donde se puedan valorar las actitudes de cada uno, esto ayudaría a elegir o descartar la vivienda que queremos.
5. La casa no es muy iluminada
Dependiendo de la época del año en que te mudes, el sol o la luz natural puede
incidir de una u otra forma en tu nueva casa. Esto puede hacer que al llegar el invierno no cuentes con suficiente luz natural, lo que no sólo repercutirá en tu economía, sino que también puede hacerlo en tu estado de ánimo.
Estos son 5 imprevistos comunes a la hora de mudarse, por eso hoy queremos que reflexiones sobre cada uno de ellos y los tengas en cuenta para tomar la decisión, muy importante, que es elegir tu nuevo hogar.
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